La palabra «poder» parece provocar una atracción inusual para algunos, y una barrera natural para otros, como si fuera algo malo, el poder entendido como algo malo se debe a la diferencia establecida con la autoridad, y su consiguiente aplicación en la gestión.
Podemos entender el poder como «el derecho a deliberar, actuar y mandar en nombre de la posición en la jerarquía, ya sea la empresa o la sociedad», sin embargo, el poder no es necesariamente malo, y si se utiliza bien puede contribuir al logro de objetivos organizativos y/o sociales, por ejemplo, una persona que no sabe cómo realizar una determinada tarea necesita la orientación de alguien (líder) para realizarla.
Tipos de poder
Principalmente existen cinco tipos de poder.
Poder de recompensa: Se basa en la capacidad de asignar resultados gratificantes ya sea recibiendo cosas positivas o eliminando cosas negativas, ejemplos: Elogios, ascensos, aumentos.
Los gerentes influyen en el comportamiento a través del uso de recompensas (una variedad de ellas) para estimular al empleado, cuando el poder de recompensa no se utiliza como una forma de manipulación, es bienvenido como una forma de reconocimiento.
Poder coercitivo: Se basa en la distribución de resultados indeseables, ya sea recibiendo algo negativo o quitando algo positivo, el poder coercitivo explota el miedo, para influir en el comportamiento de los subordinados, los superiores recurren a castigos como: «reprimendas públicas», asignación de tareas indeseables, descuentos en el pago, entre otros. En algunas situaciones es necesario corregir el comportamiento indeseable.
Poder legítimo: Se basa en normas, valores y creencias en el sentido de que ciertos individuos tienen el derecho legítimo de gobernar o influenciar a otros.
En la infancia, la gente aprende a aceptar órdenes de figuras con poder; primero los padres, luego los maestros y finalmente los jefes (líderes), implica una comprensión de la jerarquía.
Poder de referencia: Es el poder de influenciar a los demás por la fuerza de su carisma o por las características personales que se admiran y sirven de referencias, se basa en la identificación con el otro, en el deseo de ser similar al otro.
Famosos líderes religiosos y personalidades políticas a menudo desarrollan y utilizan el poder de referencia, también llamado poder carismático, para comprometerse y ganarse al público.
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Poder de especialización: Se basa en la posesión de experiencia, conocimiento y talento, las personas que son consideradas como expertos en un área pueden influir en otras proporcionando conocimientos o esperando que se cumplan sus deseos.
Por ejemplo: El médico da un consejo que el paciente probablemente seguirá, entendiendo que sabe cómo resolver el problema (y que ha estudiado para ello).
La comprensión de estos cinco tipos de poder despierta la conciencia acerca de cuándo vamos a utilizarlos y con qué intensidad vamos a emplearlos, no sólo se beneficia la gestión de la empresa o la sociedad, sino la convivencia entre las personas desde el acercamiento o alejamiento de ciertos tipos de actitudes.