La auditoría forense es una técnica que tiene por objeto participar en la investigación del fraude en actos voluntarios que evaden la ley. Se desarrolla a través de técnicas de investigación forense, integradas con conocimientos y habilidades contables, legales y procesales en áreas financieras, información y opiniones ante los tribunales.
El campo de la auditoría forense se desarrolla dentro de un entorno compuesto por un equipo multidisciplinar de profesionales, contadores, abogados, calígrafos, ingenieros informáticos, especializados en investigaciones de diferentes fuerzas u organizaciones de seguridad, incluyendo áreas especializadas según el tipo de investigación, que identificarán las técnicas de trabajo a utilizar.
Las investigaciones de auditoría forense se realizan por varias razones, entre ellas las siguientes:
En una auditoría forense, mientras se investiga el fraude, un auditor se fijaría en:
Esta es la forma más común y frecuente de fraude. La apropiación indebida de efectivo, la obtención de facturas falsas, los pagos realizados a proveedores o empleados no existentes, el uso indebido de activos o el robo de inventario son algunos ejemplos de dicha apropiación indebida de activos.
Las compañías se meten en este tipo de fraude para tratar de mostrar el desempeño financiero mejor de lo que realmente es. El objetivo de presentar cifras fraudulentas puede ser mejorar la liquidez, asegurar que la alta dirección siga recibiendo bonos o hacer frente a la presión por el rendimiento del mercado.
Algunos ejemplos de la forma que adopta el fraude en los estados financieros son la falsificación intencional de registros contables, la omisión de transacciones ya sean ingresos o gastos, la no revelación de detalles relevantes en los estados financieros, o la no aplicación de las normas de información financiera requeridas.
Los auditores forenses deben tener una formación especial en técnicas de auditoría forense y en los aspectos jurídicos de la legislación contable.
Una auditoría forense tiene pasos adicionales que necesitan ser realizados además de los procedimientos regulares de auditoría.
Cuando el cliente contrata a un auditor forense, se requiere que el auditor entienda cuál es el enfoque de la auditoría. Por ejemplo, el cliente podría sospechar de un posible fraude en términos de calidad de la materia prima suministrada. El auditor forense planificará su investigación para lograr objetivos tales como:
Al concluir la auditoría, el auditor forense debe comprender el posible tipo de fraude que se ha llevado a cabo y cómo se ha cometido. Las pruebas recogidas deben ser suficientes para demostrar la identidad del defraudador o los defraudadores ante los tribunales, revelar los detalles del plan de fraude y documentar el importe de las pérdidas financieras sufridas y las partes afectadas por el fraude.
Un flujo lógico de pruebas ayudará al tribunal a comprender el fraude y las pruebas presentadas. Los auditores forenses están obligados a tomar precauciones para asegurarse de que los documentos y otras pruebas recogidas no sean dañados o alterados por nadie.
Las técnicas comúnmente utilizadas para recopilar pruebas en una auditoría forense incluyen las siguientes:
- Técnicas sustantivas: Por ejemplo, hacer una reconciliación, revisar documentos, etc.
- Procedimientos analíticos: Utilizados para comparar tendencias durante un período de tiempo determinado o para obtener datos comparativos de diferentes segmentos.
- Técnicas de auditoría asistidas por ordenador: Programas informáticos que pueden utilizarse para identificar fraudes.
- Comprender los controles internos y ponerlos a prueba para evidenciar los vacíos que permitieron que se cometiera el fraude.
Se requiere un reporte para que pueda ser presentado al cliente sobre el fraude. El informe debe incluir los resultados de la investigación, un resumen de las pruebas, una explicación de cómo se cometió el fraude y sugerencias sobre cómo se pueden mejorar los controles internos para prevenir tales fraudes en el futuro. El informe debe ser presentado a un cliente para que pueda proceder a presentar un caso legal si así lo desea.
El auditor forense debe estar presente durante los procedimientos judiciales para explicar las pruebas recogidas y cómo se identificó al sospechoso. Deberían simplificar las complejas cuestiones contables y explicarlas en un lenguaje sencillo para que las personas que no entiendan los términos contables puedan seguir entendiendo el fraude que se llevó a cabo.
En resumen, una auditoría forense es un compromiso detallado que requiere la experiencia no sólo de los procedimientos de contabilidad y auditoría, sino también de los conocimientos de los expertos sobre el marco jurídico. Un auditor forense debe tener un conocimiento de los diversos fraudes que se pueden llevar a cabo y de cómo se deben recopilar las pruebas.