El trabajo en equipo es cuando un grupo o una empresa decide crear un esfuerzo colectivo para resolver un problema. El trabajo en equipo puede describirse como un grupo o conjunto de personas que se dedican a realizar una tarea o un trabajo determinado, por obligación o no.
El nombre trabajo en equipo o trabajo en grupo surgió después de la Primera Guerra Mundial, y es un método que se utiliza a menudo en diversos campos.
El trabajo en equipo permite el intercambio de conocimientos y la agilidad en el cumplimiento de metas y objetivos compartidos, ya que optimiza el tiempo de cada persona y sigue contribuyendo al encuentro con otros individuos y al aprendizaje de nuevas tareas.
Un buen ejemplo de trabajo en equipo es el deporte, donde los atletas se necesitan unos a otros para marcar goles o puntos, la mayoría de los deportes están formados por equipos, donde cada uno desempeña un papel, para lograr el conjunto.
Saber trabajar en equipo es otro factor importante, y una característica esencial para los profesionales y estudiantes, las empresas valoran a muchas personas que no sólo piensan en su propia tarea, sino también en sus colegas y en la propia empresa.
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El trabajo en equipo en las empresas
El trabajo en equipo es esencial en el contexto empresarial. Casi todos los proyectos presentan mejores resultados cuando son desarrollados por un equipo y no sólo por un individuo.
Todas las personas piensan de manera diferente, lo cual es esencial para establecer diferentes soluciones a los problemas.
Algunas técnicas como la lluvia de ideas son muy comunes en el trabajo en equipo. Además, las empresas aplican distintas dinámicas de grupo para mejorar el trabajo en equipo.
Trabajo en equipo, personalidad y relaciones
El buen funcionamiento de un equipo dependerá de la personalidad de cada miembro del equipo y de la relación entre ellos. Algunos tipos de personalidad son más compatibles con otros y cuando dos tipos de personalidad compatibles trabajan juntos, el equipo se beneficia.
Un ambiente sano y agradable es también esencial para el trabajo en equipo. Por lo tanto, cada elemento debe poner al equipo en primer lugar y no buscar sus propios intereses. Además, es importante tener empatía para que el trabajo realizado sea lo más eficaz y agradable posible. El trabajo en equipo requiere muchas horas de convivencia, por lo que se debe cultivar la armonía y el respeto en todo momento.
6 pasos clave para promover el trabajo en equipo
Entre tantos hábitos que desarrollan la idea del trabajo en equipo en las empresas, hay 6 que son fundamentales para que esto sea posible, los cuales son:
1. Estar presente
El director de un equipo debe acompañar cada parte de la ejecución de una actividad, para entender cómo trabajan y se relacionan los miembros. Además, debe estar disponible para resolver cualquier pregunta y problema que el equipo encuentre, asegurándose de que ningún obstáculo afecte el resultado final.
Un gerente que siempre está cerca y ayuda a sus empleados es tratado con respeto y, a pesar de ser una figura de poder, es tratado como un igual. Los empleados lo ven como un ejemplo a seguir y por lo tanto se esfuerzan por mejorar como profesionales y ofrecer mejores resultados.
2. Conocer al grupo
Más que los empleados que realizan una función, los equipos están formados por personas. Puede parecer obvio, pero a menudo los empleados de una empresa no conocen tan bien a sus colegas. Esta relación de trabajo impersonal pasa la ilusión de centrarse en las funciones, pero en realidad aleja a los miembros del equipo y hace que el trabajo sea más automático y aburrido.
Sin embargo, cuando los empleados se conocen, hay una relación de empatía y amistad entre los equipos. Por lo tanto, se recomienda implementar dinámicas de integración que fomenten la interacción casual entre los empleados, además de apreciar constantemente el trabajo en conjunto.
3. Fomentar el diálogo
El fomento del diálogo no sólo se refiere a la coexistencia amistosa de los empleados, sino también a la resolución de pequeños conflictos y a la discusión racional ante los obstáculos y las decisiones. Un equipo que no se comunica no es capaz de trabajar de forma integrada, porque no hay retroalimentación del resultado de un paso o de la toma de decisiones sobre un problema en la ejecución de una tarea, como la falta de recursos.
Si el equipo tiene el hábito del diálogo, se vuelve más independiente, ya que puede resolver pequeños problemas internamente. De esta manera, el resultado final está más unificado y de acuerdo con las expectativas.
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4. Aprende a hacer frente a la adversidad
Aunque los equipos hablen entre sí, ciertos conflictos serán inevitables, especialmente cuando hay un choque de opiniones. Cuanto más grande sea el equipo, mayores serán las posibilidades de que surjan desacuerdos. Cuando se diseña un producto, por ejemplo, el equipo se divide entre dos estilos diferentes. Como figura de poder, es importante que el administrador se mantenga imparcial y resuelva el conflicto de manera justa, como por medio de un voto en este caso.
Para cambiar el comportamiento de los equipos frente a tales adversidades, se requiere un cambio en la cultura organizacional, que puede tomar meses para implementarse. A pesar del esfuerzo y el tiempo que se requiere, la forma en que la empresa maneja situaciones de este tipo se refleja directamente en el desempeño de la organización.
5. Dividir las tareas
Una de las ventajas del trabajo en equipo es conocer las competencias y límites de cada miembro del equipo, haciendo más justa la división de las tareas. Ninguno de los empleados se sobrecarga y las posibilidades de un agotamiento son menores.
Cuando todo el mundo sabe exactamente lo que tiene que hacer, la ejecución de una tarea se vuelve más organizada y ágil, y los empleados también saben dónde conseguir ayuda ante alguna dificultad, es decir, qué compañero de trabajo podrá ayudar.
6. Reconocer y celebrar los logros
Cuando un equipo alcanza un determinado objetivo o entrega un resultado, pero no es reconocido por su trabajo, los empleados se sienten infravalorados y, en consecuencia, desmotivados para seguir esforzándose en el desempeño de sus funciones. En otras palabras, sienten que su trabajo no ha añadido nada a la empresa.
Por otro lado, cuando el gerente reconoce el esfuerzo que hay detrás de cada resultado y felicita a sus empleados por ello, éstos comienzan a comprender su impacto en la empresa y trabajan para generar mejores resultados.
Las celebraciones pueden ser simples, como un agradecimiento al final de un proyecto o una recompensa cuando se supera un objetivo. Esto también ayuda a la integración de los empleados, que trabajan juntos para obtener buenos resultados y mejorar el rendimiento de la empresa.