El capital intelectual es todo el conocimiento, la inteligencia y la experiencia que proviene de las personas que se encuentran laborando en una empresa, este tipo de capital es por definición intangible, es decir, no se puede acceder a él físicamente, puede pertenecer tanto al capital de las empresas como al de cada individuo en particular.
En el caso de las empresas, su capital total de inteligencia está representado por la suma del capital de cada individuo que allí labora, y adicionando otros factores relacionados con el aspecto de la empresa.
¿Cómo se distribuye el capital intelectual en las organizaciones?
La relación entre el capital intelectual y las organizaciones suele presentarse en tres formas diferentes:
- Capital humano.
- Capital estructural.
- Capital relacional.
Capital humano
El capital humano representa el capital intelectual de cada individuo. El individuo adquiere su conocimiento a través de una serie de fuentes. Muchos piensan que el conocimiento está relacionado sólo con la educación formal, sin embargo, en el mercado laboral actual, las experiencias relacionadas con el pasado del trabajador se valoran cada vez más por encima de la educación formal.
Con el avance de las tecnologías, además de los conocimientos teóricos el trabajador necesita tener habilidades. Es decir, no basta con conocer un tema, sino que también es necesario saber cómo ponerlo en práctica. Con la interrupción tecnológica, cada vez más gente avanzada necesita probar cada vez más sus habilidades de aprendizaje y prepararse para lo nuevo.
Capital estructural
El capital estructural se refiere al conjunto de sistemas de la propia empresa. La empresa puede obtener un sistema de funcionamiento que trabaja perfectamente para ella. Esta estructura es lo que mantiene una compañía viva y activa.
Sería como tener un gran jugador de fútbol jugando el equipo es extremadamente desordenado en su táctica, el jugador simplemente no podrá entregar lo que sabe y el club habrá desperdiciado dinero en su contratación, así que es muy importante tener un capital estructural adecuado para que todos alcancen su máximo rendimiento, además de eso, el capital estructural permite que una empresa siga funcionando incluso con el cambio de empleados.
Capital relacional
El capital relacional ya se conoce en el mercado laboral como red. El trabajo en red puede definirse como el conjunto de relaciones que se convierten en facilitadores de negocios, un alto índice de relaciones sanas, ya sea con clientes, proveedores o empleados, puede ser crucial para el éxito de un negocio. Por lo tanto, el capital relacional también constituye el capital intelectual.
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Qué es el capital de trabajo
¿Cómo añade valor a una empresa el capital intelectual?
Con una economía cada vez más basada en la tecnología y la innovación, el capital intelectual se ha convertido en un activo de suma importancia dentro del proceso productivo de las organizaciones, el desarrollo tecnológico y la creación de nuevos negocios son factores esenciales para añadir valor a una empresa.
¿Cómo mantener el capital intelectual?
Uno de los principales problemas para quienes desean adoptar una estrategia orientada al conocimiento es el «fantasma de la era industrial»: las personas son vistas como costos en lugar de como ingresos.
Gestionar el conocimiento en la empresa no es una tarea sencilla. Los directivos deben adoptar varias medidas, entre ellas la de dar valor al capital intelectual. Sin embargo, un buen comienzo puede ser centrarse en las personas involucradas en el negocio.
La importancia de las personas
Los factores relacionados con la gestión de personas se encuentran entre los que generan capital intelectual en las empresas y, por lo tanto, también son claves para aprovechar el conocimiento. Las acciones de recursos humanos que tienen por objeto valorar a los empleados y fomentar la innovación, por ejemplo, pueden ser buenas opciones.