El capital de trabajo se puede definir como valor en activos líquidos que una empresa tiene. La inversión en capital de trabajo se utiliza con el fin de asumir gastos planificados o no planificados, para ampliar la empresa o para cumplir con obligaciones que sean a corto plazo.
Ninguna inversión que se realice para capital de trabajo complicaría el adquirir nuevos créditos ni la incorporación de nuevos accionistas.
La cantidad de activos circulantes que requiere una empresa dependerá de la actividad económica que desarrolle, por ejemplo, una empresa del sector textil requiere una mayor cantidad de inventario que una empresa de abogados. A medida que las ventas aumentan
El número de activos circulantes necesarios depende de la naturaleza del negocio de la empresa; por ejemplo, una empresa manufacturera puede necesitar más inventario que una empresa del sector servicios.
Administración de inversiones de capital de trabajo
La administración de la inversión en capital de trabajo es fundamental para garantizar que la organización disponga de los recursos necesarios para desarrollar sus actividades con normalidad.
Las empresas deben tratar de no tener un ciclo largo de efectivo, esto arruinaría la inversión que se realice, puesto que puede provocar la necesidad de adquirir otros créditos que disminuyan la utilidad.
Para evitar esta problemática es necesario que la empresa realice las siguientes estrategias:
- Disminuir el tiempo que se le otorga a los clientes para pagar sus facturas.
- Aumentar el plazo que brindan los proveedores
- Tener el nivel de inventario adecuado, ni mucho ni muy poco.
- Correcta gestión de la tesorería.
Al seguir estas recomendaciones los requerimientos de inversión en capital de trabajo serán mínimos o inexistentes, pero también hay otros aspectos que se deben considerar como, por ejemplo, si los pasivos corrientes son mayores a los activos corrientes, se puede incurrir en una deuda por mala gestión relacionada con el negocio.
Un déficit en la inversión de capital de trabajo tiene un impacto negativo en la imagen de la organización, lo que demuestra que la empresa se enfrenta a problemas de liquidez y es incapaz de pagar los costes relacionados con los períodos de corto plazo.
La sobrecapitalización por mala inversión
Si hay una gran cantidad de clientes que le deben a la empresa, acciones y una mínima cantidad de proveedores, se presentará una inversión excesiva en activos corrientes, lo cual se denomina estar sobrecapitalizado.
El rendimiento del capital invertido, tendría un resultado muy bajo, por esta razón los fondos deberían ser utilizados para invertirse en otros aspectos que si generen un retorno significativo.
Con respecto a la inversión en capital de trabajo, el exceso de capitalización no debería existir si la gestión es buena. Pero sirve como advertencia, ya que el exceso de capital de trabajo es un mal indicador contable.