Mientras que a Taylor le preocupaban las tareas realizadas por los trabajadores de la planta de producción, a Fayol le preocupaban los niveles más altos de la jerarquía de una empresa, considerando que una gestión y un control adecuados eran la clave del éxito de la organización, Fayol fue considerado el padre del proceso administrativo porque fue el que definió una escuela clásica de la administración que vinculaba los elementos de la administración(lo que hace el gerente) con los principios de la misma(cómo debe hacerlo el gerente).
Su escuela clásica de la administración se basaba en la idea de que las empresas debían organizarse racionalmente, manteniendo el control mediante previsiones anuales y decenales, un organigrama, una cuidadosa contratación y capacitación y reuniones de jefes de departamento para coordinar mejor las acciones.
Para Fayol, la organización y la administración son indispensables en cualquier tipo de empresa, sea cual sea su actividad. Cada empresa, independientemente de su grado de complejidad, tiene un conjunto de operaciones básicas, a saber: operaciones técnicas, operaciones comerciales, operaciones financieras, operaciones de seguridad, operaciones contables y operaciones administrativas.
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Y es precisamente en las operaciones administrativas a las que las empresas deben prestar atención. Según Fayol, la función administrativa consiste en formular el programa de acción general de la empresa, coordinar sus esfuerzos y armonizar sus actos. Así, Fayol describe el acto de administrar como Predecir, Organizar, Comandar, Controlar y Coordinar, que se conoció con el acrónimo POC3.
Fayol también hace hincapié en que no se debe confundir la administración con la dirección. La administración es un acto común a todos, no es un privilegio de los jefes, es un deber de todos, es decir, la administración se comparte con los demás miembros de la empresa. Por eso Fayol defendió la idea de que la administración debe ser enseñada en las escuelas desde una edad temprana, porque el acto de la gestión es algo que está presente en la vida cotidiana de las personas, en sus relaciones familiares, en sus negocios y en tantas otras situaciones.
Para Fayol, no debería haber nada rígido y absoluto en la administración. Todo en la administración es cuestión de medición, de principios maleables y susceptibles de adaptación, según las necesidades de cada empresa.
Fayol destaca 14 principios que utilizó con mayor frecuencia en la administración:
(1) División del trabajo: el empleado que realiza la misma tarea adquiere mayor destreza y velocidad y, por lo tanto, produce más, y por consiguiente tiene un mayor rendimiento. Cada cambio genera un impacto que reduce la productividad del empleado. Este principio favorece la separación del poder y la especialización de la tarea.
2) Autoridad y responsabilidad: la autoridad implica el derecho a dar órdenes y a ser obedecido. Sin embargo, no hay autoridad sin responsabilidad. Es una calle de doble sentido. Cuando a alguien se le ha dado la autoridad para hacer algo, también habrá una responsabilidad por parte de esa persona para hacer lo que se le ha delegado. Existen diferencias entre la autoridad estatutaria, que es la inherente al cargo que ocupa la persona, y la autoridad personal, que es la que se asigna en función de características personales como la experiencia, la inteligencia, la edad, etc.
3) Disciplina: tiene como objetivo la obediencia, la asiduidad y la asertividad, así como la demostración de respeto. Es fundamental en cualquier empresa. Incluso puede establecer un código de normas y conducta aceptables y castigos y sanciones para quienes no lo cumplan.
4) Unidad de mando: cada empleado debe estar bajo las órdenes de un solo jefe, no existiendo una dualidad de mando, lo que sería perjudicial porque confunde al empleado y desestabiliza las funciones del poder.
(5) Unidad de dirección: debe haber un único jefe y un único programa de operaciones con un único propósito. Los empleados deben esforzarse por un objetivo común y general. Esto es diferente de la unidad de mando, donde los empleados deben reportarse a un solo jefe. En la unidad de gestión, las fuerzas y los esfuerzos se coordinan hacia un único objetivo.
6) Subordinación del interés privado al interés general: debe conciliarse el interés de ambas partes, pero el interés del empleado nunca debe ser mayor que el interés mayor de la empresa.
7) Remuneración del personal: debe satisfacer tanto a los empleados como a los empleadores. Se busca una remuneración equitativa fomentando y recompensando el esfuerzo útil.
8) Centralización: el cerebro es responsable de dirigir los impulsos y la información a todas las partes del cuerpo. De esta manera, cada empresa debería tener un cerebro, dirigiendo la información, incluso a través de sus intermediarios.
9) Jerarquía: cadena de mando y comunicación distribuida en niveles, desde el más alto al más bajo, pasando por todos los niveles de distribución de tareas y funciones de dirección y mando.
(10) Orden: Un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar. Un lugar para cada persona y cada persona en su lugar. Este principio tiene como objetivo asegurar que las cosas estén en los mejores lugares posibles, según su uso, y que siempre se devuelvan a los mismos lugares, para asegurar el orden y evitar la pérdida de tiempo. Lo mismo ocurre en la esfera social. Cada persona debe tener su función bien definida y cada función debe tener su profesional establecido. Bastaría con asignar las personas adecuadas a las funciones adecuadas.
11) Equidad: todos deben ser tratados de manera justa e igualitaria, asegurando una mayor satisfacción de los empleados.
(12) Estabilidad del personal: Toma tiempo para que un empleado aprenda a realizar su trabajo de forma adecuada y rápida. Sin embargo, una vez aprendido el trabajo, la lealtad debe mantenerse, es decir, permitir al empleado demostrar su mejor desempeño en el trabajo. Despedir al empleado o cambiar de puesto implicaría pérdidas, ya que se necesitaría tiempo y recursos para capacitar a otro empleado para el mismo trabajo.
13) Iniciativa: se debe alentar a todos los empleados a mostrar iniciativa en la solución de los problemas. Sin embargo, se necesita un cierto equilibrio para que la iniciativa no perturbe el orden y la jerarquía.
14) Sindicato del personal: este es quizás el principio más importante. Sin unidad y armonía cualquier compañía se deteriorará.
Las teorías y principios de Fayol revelan, en parte, un cierto grado de deslumbramiento y obsesión por el poder. Fayol estaba realmente preocupado por cómo controlar y mantener el poder sobre los empleados. Debido a ello, Fayol dejó de analizar la empresa como una entidad que forma parte de un mercado dinámico y con otras empresas competidoras, un fracaso también evidenciado en la teoría de Taylor.
Tanto la Administración Científica como la escuela clásica de la administración adoptan la postura de una empresa de maquinaria, donde todo debe ocurrir de forma mecánica, calculada, controlada y equilibrada. No se tienen en cuenta los factores externos (mercado, estacionalidad, calendario y otros) ni los factores internos (desmotivación, descontento, problemas de relación e insatisfacción con la rutina de las actividades).