Alcanzar la competitividad empresarial, en la situación actual de alta competencia en los mercados, se ha vuelto esencial para el desarrollo y supervivencia de una institución. Sin embargo, hacer y mantener competitiva una empresa no es una tarea sencilla, especialmente sin una comprensión completa del concepto.
Teniendo esto en cuenta, el objetivo de este texto es discutir qué es la competitividad empresarial y cómo practicarla, además de abordar sus principales vectores e indicadores. De esta forma, leerlo te ayudará a que tu empresa destaque frente a la competencia.
¿Qué es la competitividad empresarial?
La competitividad empresarial se puede explicar como la relevancia de una empresa en el mercado frente a competidores en el mismo nicho. Así, una institución competitiva es reconocida y preferida por sus partes interesadas, debido a factores como alta calidad de producto o servicio y bien planificación estratégica.
Por tanto, comprender su nicho y las necesidades de sus clientes es fundamental en la búsqueda de la competitividad. De esta forma, ser competitivo tiene un fuerte impacto en la fidelización de los consumidores y en la captación de otros nuevos. Por lo tanto, a través de estas ventajas competitivas, es posible lograr mayores ingresos.
Además, este concepto es resultado de una buena gestión interna y se relaciona con algunos vectores que se abordarán a lo largo de este texto. Por tanto, actualmente, en un mundo en constante cambio y con alta competencia, la búsqueda de la optimización de estos vectores, y por tanto de una alta competitividad, debe ser continua. Usando el método KAIZEN es una buena manera de hacer esto.
¿Qué importancia tiene la competitividad empresarial?
El mercado se beneficia y es valorado por el concepto de competitividad. Esto ocurre porque las empresas de un mismo nicho, buscando destacarse, se alientan mutuamente a desarrollarse. De esta manera, se busca mejorar continuamente sus productos/servicios. Así, los consumidores de este mercado obtienen acceso a opciones de mayor calidad con el tiempo.
Algunos de los beneficios de alcanzar la competitividad empresarial que se pueden enumerar son:
- Obtención de espacio en el mercado;
- Adquisición y fidelización de clientes;
- Mayores ingresos;
- Impulsar el desarrollo de la institución y del mercado.
Estimular la búsqueda de la competitividad empresarial de forma sana promueve iniciativas innovadoras dentro de la empresa. Esto ocurre porque la institución tiene que crear nuevas soluciones para superar la competencia. La existencia de innovación hace que el negocio se desarrolle y se vuelva sostenible y duradero.
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¿Cuáles son los vectores de la competitividad empresarial?
La competitividad empresarial está influenciada y guiada por cuatro vectores principales que la impulsan. A continuación, comprenderá mejor cada uno de estos vectores y las formas de optimizarlos para lograr una alta competitividad en el mercado.
Innovación
Como comentábamos, competitividad e innovación siempre van unidas. Esto se debe a que una empresa que innova y está a la vanguardia del mercado siempre destaca del resto. Proponer soluciones innovadoras a los clientes demuestra que la institución está atenta a las necesidades y al futuro del segmento.
De esta manera, promover una cultura organizacional Centrarse en la innovación es fundamental para la competitividad de la empresa. Para lograrlo se pueden realizar capacitaciones, cursos y dinámicas para fomentar la innovación en el equipo. Además, también es posible organizar periódicamente eventos de innovación.
Por lo tanto, esta búsqueda de nuevas propuestas debe ser continua para mantener la competitividad, por lo que una cultura de innovación es sumamente importante.
Capital humano
O capital humano representa el valor añadido por los profesionales a la empresa a través de sus conocimientos técnicos, experiencia, habilidades y competencias.
Por tanto, al ser los empleados la base de cualquier empresa, se vuelven esenciales para su competitividad. Así, el trabajo de profesionales calificados y comprometidos eleva los niveles de entrega y convierte a la institución en referencia en el mercado.
Por lo tanto, se debe ofrecer capacitación a los empleados para que puedan capacitarse constantemente. Además, es importante promover un ambiente de trabajo seguro y saludable para que los empleados estén satisfechos. Esto conduce a una mayor calidad en la ejecución de las tareas, fomenta la dedicación, reduce la rotación y atrae a personas más cualificadas.
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Relación
Este vector se refiere a la relación de la empresa con sus clientes. De esta manera, abarca toda la interacción de la institución con los consumidores y el nivel de servicio que les brinda.
Por tanto, las relaciones son esenciales para la competitividad empresarial. Brindar a los consumidores una buena experiencia es la clave para retener clientes y ganar otros nuevos.
Por lo tanto, es esencial comprender profundamente las necesidades de sus clientes para desarrollar una buena relación. Una forma de hacerlo es realizando un búsqueda de satisfacción. A partir de esto, se deben crear estrategias para fomentar la confianza de los clientes e invertir en canales de comunicación que los acerquen a la empresa.
Organización
El vector organización está relacionado con la gestión de procesos, información, equipos y equipos dentro de la empresa de forma organizada.
Por lo tanto, es importante porque evita fallas de comunicación entre empleados y entre sectores, además de evitar pérdida de datos y problemas en Demanda judicial. Por tanto, una buena organización interna permite una mayor competitividad y mejores resultados.
Para lograr un alto nivel de organización, se debe comenzar con un plan de negocios bien definidos y, en base a ello, comprender y estructurar los procesos de la empresa de manera que sea posible gestionarlos eficazmente. Una herramienta que puede ayudar con esta comprensión es la mapeo de procesos.
¿Cuáles son los indicadores de competitividad?
Los indicadores de competitividad son métricas utilizadas para evaluar y medir las ventajas competitivas de una empresa. Permiten comprender la posición de la institución frente a la competencia en el mercado.
A partir de esto, los directivos pueden elaborar estrategias y planes de acción orientados al crecimiento empresarial, además de comprender si la empresa va en la dirección correcta.
Existen varios indicadores de competitividad, sin embargo, podemos mencionar algunos como los más utilizados. Vea algunos ejemplos a continuación:
- Cuota de mercado: Indica qué parte del nicho está dominada por la empresa.
- Retorno de la Inversión (ROI): analiza las ganancias generadas por las inversiones realizadas.
- Índices de satisfacción del cliente: evalúa la relación empresa-cliente.
- Rotación de empleados: evalúa las relaciones empresa-empleado.
- Análisis de Productividad la empresa;
Para instituciones que venden sus productos/servicios a otros países, también se recomienda el uso de la métrica Export Share.
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6 estrategias competitivas para diferenciarte de la competencia
Así pues, diferenciarse de la competencia no es una tarea sencilla. Por esta razón, a continuación traemos algunas estrategias que pueden ayudar a tu empresa a optimizar los vectores de competitividad y diferenciarse de la competencia.
Estrategia 1: comprender en profundidad las necesidades de sus clientes
El punto de partida para que una empresa pueda brindar a los consumidores la experiencia que buscan es conocer a sus clientes. Una forma de hacerlo es mediante el uso de la persona.
Estrategia 2: Establecer y monitorear indicadores
Indicadores y herramientas análisis de datos Son importantes para que sea posible comprender las necesidades de la empresa y definir con éxito la toma de decisiones futuras. Por lo tanto, tener indicadores bien establecidos y monitorearlos.
Estrategia 3: Invierte en formar a tus empleados
Busca siempre capacitar a tus empleados. La optimización del capital humano aumenta, y por tanto, la competitividad empresarial.
Estrategia 4: Establecer una cultura de innovación
Como ya se comenta en el texto, la innovación es uno de los principales pilares de la competitividad. Por lo tanto, se debe crear una cultura organizacional que fomente la innovación para seguir siendo prominente en el mercado.
Estrategia 5: invertir en marketing
Acercar a los clientes a la empresa y disponer de un canal de comunicación eficaz es fundamental. Utilizar el marketing es una forma de hacerlo. A través de él es posible promover los valores y la imagen de la empresa y llegar a nuevos consumidores.
Estrategia 6: Tener una estrategia de gestión de riesgos
En la búsqueda de competitividad es necesario invertir en nuevas ideas y proyectos, pero esto puede representar riesgos. Por tanto, una buena gestión de riesgos es fundamental para evitar daños y alcanzar el éxito. ¿Quieres saber más sobre la gestión de riesgos? ¡Haga clic aquí!
Matriz de competitividad: ¿qué es y cómo funciona?
La Matriz GE-McKinsey es una matriz de competitividad versus atractivo. Por tanto, es una herramienta utilizada para tomar decisiones más asertivas en relación al mercado y analizar la competitividad. Se compara, por un lado, la competitividad de la empresa, abarcando todos los aspectos ya comentados en este texto, y por el otro, el atractivo del mercado analizado.
En atractivo se evalúan aspectos como el poder adquisitivo del consumidor, el número de clientes potenciales y el número de competidores existentes. Es decir, analiza qué tan accesible es el mercado estudiado.
A partir de esta matriz, es posible comprender fácilmente en qué mercado o negocio invertir para que haya un mayor retorno de la inversión. Proporciona una comparación visual y sencilla entre estos factores. Así, al utilizar la matriz se pueden asignar pesos a los criterios que tengan más sentido en cada escenario, además de definir la escala más coherente para los ejes.
¿Cómo puede la consultoría ayudar a alcanzar la competitividad empresarial?
Una consultoría puede ser un fuerte aliado en la búsqueda de la competitividad. Al tener experiencia y visión externa del negocio, aporta soluciones para mejorar la gestión empresarial. De esta manera, el papel de una consultoría es verificar desafíos y oportunidades de mejora, con el objetivo de ayudar a resolver problemas y actuar como catalizador del crecimiento empresarial.
Algunos ejemplos de soluciones que pueden surgir del trabajo de una consultoría son los proyectos de análisis de costes. Estos proyectos ayudan a reducir gastos y establecer un precio de venta ideal y atractivo. Además, pueden ayudar directamente en la toma de decisiones estratégicas, haciendo la empresa más competitiva.
Otro ejemplo son los proyectos de gestión de procesos. Estos proyectos proporcionan comprensión y alineación de las actividades de la organización con su estrategia, optimizando los recursos y permitiendo una gestión más eficiente de los mismos.
De esta manera, existen varios otros ámbitos trabajados por las consultorías, como por ejemplo Consultoría EPR, que puede generar grandes retornos a precios asequibles. Por ello, contar con el apoyo de una consultoría es una gran opción para empresas de todos los tamaños que deseen buscar una competitividad empresarial competitiva.