Las metodologías ágiles surgen para dotar a la gestión de proyectos de una forma más flexible y actualizada con la realidad tecnológica en la que estamos inmersos. Por tanto, aparecen como una alternativa a la gestión de proyectos con metodologías tradicionales. Estos son extremadamente importantes para garantizar que esté siempre actualizado y en constante evolución.
Por eso, en este artículo entenderás cómo funcionan las metodologías ágiles, así como la diferencia entre ellas y el método tradicional. Discutiremos los beneficios que aportan y cómo implementarlos en las organizaciones.
¿Qué son las metodologías ágiles?
Las metodologías ágiles son acciones que se toman en diferentes áreas de una organización, que buscan mejorar constantemente los procesos, haciéndolos más optimizados. Estas metodologías surgieron en la industria para, en la base de la organización, aumentar la productividad y ayudar a los gerentes en el entorno laboral.
Buscar la mejora continua en los procesos significa que las empresas tienen que centrarse en la estandarización y las excelentes prácticas en la gestión de proyectos. Así, las metodologías ágiles emergen como una gran alternativa, especialmente para organizaciones de sectores con sesgo tecnológico. Son un diferenciador dentro del mercado y hacen que las empresas sean más competitivas.
¿Qué es el Manifiesto Ágil?
El concepto que conocemos hoy como metodologías ágiles está muy en línea con los principios descritos en el Manifiesto Ágil, firmado a principios de la década de 2000. El Manifiesto Ágil es una declaración de valores esenciales para el desarrollo de software y surgió como un hecho histórico en el cambio de contexto de la gestión de proyectos. A pesar de la conexión con el entorno tecnológico, el Manifiesto impacta a empresas de los más diversos sectores.
Este documento surgió de una reunión de 17 profesionales que practicaban métodos ágiles. A pesar de tener diferentes opiniones, todos los desarrolladores percibieron un consenso en algunas ideas y decidieron comenzar a escribir un documento que marcaría el inicio de los métodos ágiles en las industrias del software. El documento consigue expresar claramente lo que defiende, dejando muy claro qué es y qué no es la metodología ágil.
Basado en 12 principios, el Manifiesto Ágil se ha convertido en una guía con acciones recomendadas y no recomendadas en la gestión de proyectos mediante metodologías ágiles. Descubra los 12 principios mencionados en el siguiente documento:
12 principios del Manifiesto Ágil
- Nuestra máxima prioridad es satisfacer al cliente mediante la entrega continua y temprana de software de valor agregado.
- Acepte cambios en los requisitos, incluso al final del desarrollo. Los procesos ágiles se adaptan a los cambios, para que el cliente pueda obtener ventajas competitivas.
- Entregar software funcional con frecuencia, desde unas pocas semanas hasta unos meses, preferentemente en el plazo más corto.
- Los empresarios y los desarrolladores deben trabajar juntos diariamente durante todo el proyecto.
- Construya proyectos en torno a personas motivadas, brindándoles el entorno y el apoyo que necesitan y confiando en ellos para hacer el trabajo.
- El método más eficiente y eficaz para transmitir información hacia y entre un equipo de desarrollo es a través de una conversación cara a cara.
- El software funcional es la principal medida del progreso.
- Los procesos ágiles promueven el desarrollo sostenible. Los patrocinadores, desarrolladores y usuarios deben poder mantener un ritmo constante indefinidamente.
- La atención continua a la excelencia técnica y al buen diseño aumenta la agilidad.
- Simplicidad: El arte de maximizar la cantidad de trabajo deshecho es esencial.
- Las mejores arquitecturas, requisitos y diseños surgen de equipos autoorganizados.
- A intervalos regulares, el equipo reflexiona sobre cómo ser más eficaz y luego refina y ajusta su comportamiento en consecuencia.
Actualmente, los métodos ágiles que conocemos y vemos en las empresas, como los métodos Scrum y Kanban, traen consigo los valores y principios desarrollados en el Manifiesto.
¿Cuál es la diferencia entre metodologías ágiles y tradicionales?
Cuando se trata de metodologías ágiles y tradicionales, la diferencia entre ellas se ve fácilmente. Mientras que las metodologías tradicionales se basan en un modelo rígido y rígido, las metodologías ágiles son flexibles y se adaptan según el momento/proceso en cuestión.
La planificación realizada con métodos tradicionales se realiza con mucha antelación al inicio del proyecto y, durante toda su ejecución, se mantienen los planes iniciales. En las metodologías ágiles la planificación se realiza de forma que sea posible modificar los caminos a seguir a lo largo del proyecto.
El tipo de metodología a seguir, ya sea tradicional o ágil, depende de la premisa del proyecto en cuestión. Es importante estudiar el contexto de ejecución del trabajo para poder realizar una elección asertiva entre metodologías.
Es fundamental destacar que la elección de la metodología no está ligada al tipo o tamaño del negocio. Las metodologías ágiles, por ejemplo, se pueden utilizar en organizaciones de diferentes áreas de actividad. Ambas metodologías se pueden utilizar en todo tipo de proyectos. Lo ideal es estudiar el proyecto, conocer los requisitos y tecnologías a utilizar.
¿Cuáles son los beneficios de las metodologías ágiles?
Optar por realizar un proyecto acompañado de metodologías ágiles trae consigo algunos beneficios impactantes. En este sentido, en relación al equipo, se puede decir que las metodologías ágiles enfatizan la acción colaborativa dentro de la empresa.
En general, al conocer la forma más optimizada de realizar sus actividades, los empleados tienden a transmitir el mismo aprendizaje a sus compañeros. Por tanto, el intercambio de información es estrictamente necesario para resolver problemas y hacer más ágil y flexible el proceso.
Por tanto, dividir los procesos en pequeños pasos facilita ser asertivo. De esta manera, los pasos cortos permiten una mejor revisión de todos los entregables y la aprobación de los miembros del equipo para la continuación del proyecto. Por eso, con metodologías ágiles es posible tener mayor flexibilidad y, en consecuencia, adaptarse mejor a los cambios.
Cuando se trabaja con metodologías ágiles, el uso de herramientas visuales facilita la rapidez de las entregas y la organización de los pasos. Por ello, el uso de listas, tablas y diagramas (como Kanban) es muy común y ayuda a los equipos a evitar retrasos, reducir errores y mantener la planificación básica del proyecto.
5 metodologías ágiles más utilizadas
Hay varias mejoras ágiles vigentes en el mercado laboral. Por tanto, la elección de cuál es el mejor o el menos recomendado depende del propósito de su uso y de las condiciones ambientales para su implementación.
A continuación, abordaremos algunas de las principales metodologías ágiles, sus particularidades y la definición de cada una. Por tanto, a partir de esta lectura, es posible visualizar mejor la aplicabilidad de cada uno en diferentes modelos y escenarios.
1) melé
Una de las metodologías ágiles más comentadas en la actualidad, Scrum consiste en dividir el proyecto en ciclos (sprints) que duran de una a cuatro semanas.
De esta forma se realiza una planificación en cada sprint para determinar planes y objetivos. Por tanto, si esta planificación está bien elaborada, todo el equipo queda alineado en relación a responsabilidades y objetivos, dejando todo más claro y reforzando la importancia del compromiso de cada miembro.
Finalmente, al final de cada ciclo, se hace una revisión de lo realizado y los aprendizajes aprendidos por el equipo. Esto facilita el intercambio de comentarios y también la evolución de cada persona.
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2) Kanban
La metodología conocida como Kanban ayuda enormemente al directivo en la gestión de proyectos. Así, consiste básicamente en crear un diagrama de evolución, dividido en “por hacer”, “haciendo” y “hecho”. Por tanto, la mesa debe ser visual y estar al alcance del conocimiento y alcance de todas las personas vinculadas al proyecto.
Con él, por tanto, se puede notar una mejora en la productividad, una reducción de comunicaciones innecesarias, un aumento de la efectividad, una reducción de errores y costes, entre otros beneficios para el equipo y la empresa.
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3) XP de programación extrema
Con el objetivo de ayudar a las relaciones entre empleados y clientes, esta metodología es muy famosa en startups que se encuentran en proceso de desarrollo y consolidación.
Por ello, a través del trabajo en equipo, fomentando la comunicación y eliminando tiempos de inactividad, Extreme Programming XP busca fortalecer las relaciones personales dentro de una empresa. En este sentido, la metodología tiene diferentes fases:
- Planificación de proyectos con el cliente;
- Diseño de proyecto;
- Codificación;
- Pruebas para verificar que los códigos funcionan.
4) magro
Metodología ya conocida y consolidada que se basa en la máxima reducción de residuos de producción y la eliminación de costes innecesarios.
Toyota creó la metodología en los años 50, buscando posteriormente una aplicación mínima de recursos y tiempo. Por lo tanto, tiene un flujo de trabajo más claro y comprensible, entregas rápidas e identificación/lucha contra cuellos de botella en los procesos.
Los principios de la metodología Lean son:
- eliminar residuos;
- amplificar el aprendizaje;
- decidir lo más tarde posible;
- entregar lo más rápido posible;
- empoderar al equipo;
- Calidad de construcción;
- optimizar el conjunto.
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5) Desarrollo de Sistemas Dinámicos
Método desarrollado en los años 90 como una extensión de RAD (configuración capaz de permitir un desarrollo rápido con un mínimo de código de programación). En este sentido, la metodología surgió para su uso en proyectos con plazos y presupuestos limitados.
Así, las principales características del Desarrollo Dinámico de Sistemas son el ciclo continuo de mejora, la integración de funciones entre módulos y la colaboración constante entre el cliente y el equipo de desarrollo.
¿Cómo implementar metodologías ágiles en la empresa?
En la práctica, es necesaria una movilización previa para poder implementar metodologías ágiles. Plantear los puntos negativos y positivos de tu empresa/procesos es fundamental para, a partir de ahí, realizar un análisis completo de la empresa. Por lo tanto, este análisis es importante para comprender la situación actual de la empresa y elegir la mejor metodología a utilizar.
Independientemente de la metodología elegida, el primer paso para aplicar metodologías ágiles, en general, es fijar un objetivo. Por tanto, una vez bien descrito el objetivo, es necesario determinar los valores de la empresa. Por tanto, optimizar el trabajo, que debe controlarse mediante ciclos iterativos y comentarios de los clientes, es fundamental para lograr resultados.
Antes de la última etapa, tenemos la fase de desarrollo del equipo, en la que la dirección busca la evolución del equipo en su conjunto. En esto, es necesario tener una comunicación clara y transparente entre los empleados para que se puedan alcanzar los objetivos del sprint.
Finalmente, el desarrollo de la estrategia es la etapa donde se plantean y discuten varios puntos, personalizados para cada situación, para crear una filosofía que apunte al éxito a largo plazo.