La Cadena de Valor es una herramienta que puede contribuir a agregar valor a un producto final y a reducir o excluir definitivamente partes insignificantes de un proceso. Dentro del contexto industrial y empresarial, es evidente la gran cantidad de procesos y actividades interconectados que configuran el escenario productivo. En este sentido, se debe reconocer la importancia de la claridad y la comprensión de los vínculos entre los procesos para identificar cuellos de botella en la producción y actividades innecesarias, que no contribuyen a agregar valor al producto final. Pero al fin y al cabo ¿qué es la cadena de valor?
La cadena de valor surge de un contexto productivo que abarca desde la llegada de las materias primas, el contacto y relación con los proveedores, hasta la forma en que se entrega el producto al cliente. Creada por el economista Michael Porter, la herramienta analiza el contexto desde la perspectiva de agregar valor, es decir, la importancia y necesidad de cada paso encaminado a la satisfacción del cliente.
Por tanto, sus vínculos de conexión son partes fundamentales de la excelencia operativa. La cadena de valor, por tanto, las describe como la conexión entre actividades y la forma en que se relacionan entre sí. Por lo tanto, dichos vínculos son cruciales para la visualización sistémica y la comprensión del sistema de producción. La falta de comprensión de los mismos supone un proceso poco cohesivo y tiende a la ociosidad, provocada por el aislamiento entre procesos y operaciones innecesarias.
¿Por qué utilizar la cadena de valor?
La Cadena de Valor provoca una serie de beneficios cuando bien se aplica y comprende. Entre ellos, conocer la realidad del contexto productivo, su rentabilidad y la visualización de fallas permite excluirlas y, en consecuencia, reducir los costos relacionados con ellas.
Sin embargo, debido a los vínculos entre procesos, la reducción de costos en una etapa tiende a extenderse a toda la cadena y reducir los costos de las etapas relacionadas con ella. Así, la aplicación de mejoras, incluso en etapas aisladas, tiende a traer beneficios colectivos a los procesos.
Además, valorando la excelencia operativa, la cadena de valor permite el análisis del propio negocio y de las cadenas competidoras, permitiendo visualizar oportunidades de mejora. De esta forma, es posible crear ventajas competitivas y hacer que el producto sea más atractivo para el cliente.
Como herramienta de apoyo a la cadena de valor, contar con un mapeo de procesos contribuye a comprender las operaciones. Ayuda a hacer más comprensible la cadena y a visualizar más fácilmente las oportunidades de mejora.
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¿Para qué sirve la cadena de valor?
En definitiva, la Cadena de Valor es útil para comprender y conocer el Sistema de Producción, de modo que sea posible identificar y medir los pasos importantes para agregar valor y diferenciarlos de las partes insignificantes. A partir de este momento se convierte en una herramienta de apoyo a la toma de decisiones, aportando mayor asertividad y apoyo a la misma. Finalmente, la Cadena de Valor es una herramienta aplicable a cualquier línea de negocio de diferentes tamaños.
Ilustrando el párrafo anterior, con los pasos de agregación de valor definidos, es posible actuar de manera que los potencien en detrimento de reducir o incluso excluir actividades que no agregan valor. Además, se vuelve viable reestructurar los sistemas de producción con un enfoque en priorizar la adición de valor.
Por lo tanto, más que potenciar y excluir actividades, en algunos casos la reorganización es beneficiosa. Así, puede cambiar, por ejemplo, el orden en el que se realizan las actividades.
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¿Cuáles son los procesos centrales y los procesos de apoyo?
La cadena de valor divide sus elementos en dos categorías: Procesos Principales y Procesos de Soporte, como veremos a continuación.
Procesos principales:
Existen 5 actividades que agregan valor al cliente, de la siguiente manera:
- Logística de entrada: Se trata de insumos, la forma en que llegan las materias primas a la empresa. En este sentido, se trata de cuestiones como la relación con los proveedores, cuestión crucial para la compra asertiva de materias primas, con el objetivo de satisfacer las necesidades de los clientes.
- Operaciones: Es la transformación de materias primas en productos terminados y todo lo que ésta abarca y requiere, como preparaciones, embalaje, mantenimiento, montaje y similares.
- Logística externa: Es la forma en que el producto o servicio llegará al cliente, como el medio de transporte y entrega. En este punto es fundamental asegurar la puntualidad, la calidad y la cantidad adecuada, ya que suele ser el primer contacto del cliente con el producto.
- Marketing y ventas: Es una forma de promocionar los productos y la marca con el objetivo de atraer nuevos clientes, mostrándoles que las soluciones añaden valor a sus necesidades. Por tanto, tener un buen marketing transmite credibilidad y tiende a hacer que el cliente tenga más confianza a la hora de comprar.
- servicios: Se refiere a la forma en que se trata al cliente después de la compra, agregando más valor al producto adquirido y haciéndolo más susceptible a comprar nuevamente a la empresa. Además de aumentar la tasa de fidelidad, las buenas relaciones con los clientes tienden a aumentar la tasa de referencia, lo que hace que las ventas de la empresa sigan creciendo.
Procesos de soporte:
Se trata de actividades que no añaden valor directamente, pero que son cruciales para la estabilidad de los procesos principales y, por tanto, son relevantes.
- Infraestructura: Se refiere a los medios necesarios para mantener las operaciones, tales como salud financiera, contabilidad, medios legales, entre otros.
- Gestión de recursos humanos: es la forma de reclutar nuevos empleados así como el medio necesario para generar comodidad, desarrollo y capacitación a los empleados. De esta manera, tienes el incentivo para desempeñar tus funciones con maestría.
- Desarrollo tecnológico: Consiste en analizar el sistema de producción y pensar en mejoras apoyadas en medios tecnológicos. Aquí hay un enfoque en la automatización de operaciones y el uso de herramientas digitales, como hojas de cálculo, software, entre otros.
- Adquisiciones: Es la reposición de recursos necesarios para la continuidad de las operaciones, como materias primas y equipos.
Margen:
Otro elemento interesante de la Cadena de Valor es el concepto de margen. En definitiva, el margen es la diferencia entre el valor añadido desde la perspectiva del cliente y los costes de producción.
Es un excelente parámetro financiero y sirve para estimar cuánto de los costos totales de producción se gasta en actividades importantes para el cliente. En consecuencia, muestra cuánto consumen actividades irrelevantes para ser realizadas.
Pasos para utilizar la cadena de valor
Hay una serie de pasos que se deben seguir para utilizar la Cadena de Valor para que su impacto sea más conciso. A continuación se ofrecen algunos consejos sobre cómo utilizar cada uno de ellos.
1. División de actividades primarias:
Este paso consiste en dividir los grandes procesos generadores de valor en actividades más pequeñas, buscando identificar cuáles son los mayores responsables de generar valor en cada etapa. Posteriormente es conveniente registrar esta información.
2. División de las actividades de apoyo:
Al igual que en el paso anterior, se deben hacer esfuerzos para dividir las actividades que son cruciales para el funcionamiento de las actividades principales en subactividades. De esta manera se identifica cuáles de ellos son los responsables de generar valor en las Actividades de Apoyo.
3. Identifique las conexiones:
Consiste en encontrar los Links mencionados anteriormente, viendo en qué puntos se relacionan las actividades. Esto contribuye a la cohesión de la información y a la centralización del proceso, no manteniendo actividades aisladas. De esta manera, cuando se implementa una mejora en una actividad, ésta puede difundirse a lo largo de la cadena a través de sus Eslabones.
4. Busque oportunidades para aumentar el valor agregado:
Consta de una etapa final, donde se propone un análisis de todas las actividades y subactividades identificadas, con el fin de buscar oportunidades de mejora. Cabe destacar que el objetivo principal es potenciar las actividades generadoras de valor y, por tanto, deben ser el foco de acción. Por tanto, al optimizarlas el valor añadido final tiende a aumentar, así como en el resto de etapas del proceso que tienen alguna conexión con él.
¿Cómo analizar la cadena de valor?
Hay dos formas de analizar la cadena de valor, que depende de los intereses de la empresa. De esta forma, puede optar por un análisis centrado en costes, buscando obtener una ventaja sobre sus competidores en este aspecto. También puede centrarse en la diferenciación, que corresponde a los atributos de los productos que los diferencian de los fabricados por los competidores.
Obtenga más información sobre cada uno de los tipos de análisis a continuación:
Ventaja de costos competitivos: Consiste en identificar actividades primarias y de apoyo y dividirlas en subactividades. Con ello, realiza un análisis exhaustivo buscando oportunidades de reducción de costos en actividades generadoras de valor. Además, identifica actividades insignificantes y busca excluirlas, ya que generalmente tienen algún costo asociado que puede extinguirse.
Ventaja competitiva de la diferenciación: Al principio se debe identificar qué actividades generan valor para el cliente y convertirlas en el foco de acción. A partir de ahí, pensar en cómo potenciarlos y hacer que su valor añadido sea aún mayor. Por lo tanto, es necesaria una estrategia de análisis y una base de cómo puede aumentar el valor del producto. En otras palabras, es necesario saber qué quiere el cliente.
Otra estrategia adecuada es hacer protagonistas a las actividades que no generan valor. En este punto se estudian para convertirse en actividades que agreguen valor al producto final.
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¿Cuál es la diferencia entre cadena de valor y cadena de suministro?
Por ser conceptos similares, en ocasiones pueden confundirse. Sin embargo, es sumamente importante saber diferenciarlos.
En este sentido, la Cadena de Suministro está enfocada a la forma en que se relacionan proveedores, distribuidores, productores y transportistas. Por tanto, presta atención al flujo de suministros y al camino que recorre desde el principio, pasando por el proveedor, hasta el final, en forma de producto terminado que llega al cliente.
Mientras tanto, la Cadena de Valor, como se ve, está enfocada a hacer que el proceso productivo sea más valorado por el cliente. Por tanto, hace que las operaciones en su conjunto generen valor para el consumidor final.
Por lo tanto, a pesar de ser conceptos diferentes, es posible concluir que la Cadena de Suministro puede ser parte de la Cadena de Valor. Comprender la relación entre proveedores, productores y distribuidores coincide con algunos de los elementos de la Cadena de Valor, lo que convierte a la Cadena de Suministro en una importante herramienta de apoyo a la Cadena de Valor.